domingo, 28 de febrero de 2016




Uno podría fácilmente adjudicar esto al hecho de que quienes son sujetos de estas expresiones de fanatismo pues no son otros que sus seguidores de las clases bajas, los pobres de las barriadas populares de Venezuela, quienes constituyen como sabemos la inmensa mayoría de los habitantes del país. Desde luego que no son todos, eso cada vez se comprueba, pero es ahí donde se encuentra esa legión mayoritaria de chavismo que con todas estas simbologias, profesan materialmente el seguimiento incondicional a su líder; curiosamente ocurre que imágenes de personajes como el Che Guevara y Mao Tse tung, en copias de las famosas serigrafias de Andy Warhol en enormes tamaños, decoran salas y habitaciones de infinidad de viviendas de gentes cultas alrededor del planeta; no nuevos ricos, sino tradicionalmente adineradas, en cuyos pensamientos uno podría tener la idea que se trata de anarquistas por afición pero conservadores por tradición. Las grandes paradojas de la conducta humana son un misterio insondable para quienes no dedican unos momentos de sus días a tratar de comprender lo inquietante, apasionante y fascinante que resulta el ser humano en su dialéctica infinita. Los ojos del venezolano llamado "presidente de los pobres" también estarán observando risas, conversaciones, burlas, discusiones y cópulas en las grandes casas y villas de coleccionistas y amantes de arte en todo el mundo, mientras en las mansiones de quienes hoy disfrutan y disfrutaran por siempre las fortunas conseguidas bajo su poder, colgaran copias de los maestros renacentistas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario