lunes, 23 de julio de 2018

PENSANDO MAL, cómo hacemos !


Los venezolanos, luego de todo por lo que hemos pasado, con la entrega de vidas en las manifestaciones de protesta por el reconocimiento de nuestros derechos, con los presos políticos y secuestrados que la dictadura mantiene en sus mazmorras, con la profundidad extrema de la crisis que nos ha llevado a niveles infrahumanos, estamos plenamente convencidos que no existen mecanismos democráticos en el país que nos permitan un cambio de gobierno en santa paz. Hemos sido traicionados por quienes pidieron nuestra confianza en apoyo a su gestión "opositora" y no podemos sino observar con asco como estos sujetos que se dicen "lideres opositores", sabiendo que no cuentan ya con el masivo respaldo de la población, mantienen su mascarada sin ningún escrúpulo y se alistan para continuar llamando a los ciudadanos a participar en los circos electoreros que la dictadura monta para su legitimación. Y entonces nos preguntamos ¿cómo y de qué manera conseguiremos definitivamente librarnos de unos y otros que entre ambos mantienen secuestrada a Venezuela? ¿con qué aprestos podremos hacerles frente cuando bien claro tenemos los alcances de vigilancia y control que la dictadura ejerce sobre toda la población? ¿qué o cuál evento repentino suscitará la aproximación definitiva a la salida que todos esperamos?. Con la renovada discusión respecto a la fecha del fallecimiento de Chavez, derivada de las declaraciones recientes de la Fiscal Ortega Diaz y sobre la cual, los elementos que indican que no ocurrió cuando fue anunciada son prácticamente incontrovertibles, no nos queda sino concluir que, de ser cierto -que lo es- que Chavez murió en los días finales de diciembre de 2012, estaríamos frente al hecho sin precedentes en la historia de nuestro continente y de buena parte de la historia humana conocida, en que la máxima autoridad de una nación ha sido usurpada para el nombramiento de funcionarios, decisiones de estado y firmas de acuerdos y convenios con potencias extranjeras (muy desventajosos para la república pero muy beneficiosos para individualidades de las partes en compromiso), que nos llevan a pensar que el final de la dictadura en Venezuela pasaría por el derrocamiento de un entramado de falacia y corrupción internacional tan colosal como el sostenido por instituciones tan corruptas y nefastas como la iglesia católica, la Organización Mundial de la Salud, el Fondo Monetario Internacional, la FIFA al igual que otras de su misma laya, por lo cual, si éstas sobreviven como lo hacen, apelando a todas clase de acciones deleznables, desapegadas de todo principio moral y ético, desprovistas de escrúpulos, ¿lo hará la dictadura de Venezuela también, tomando en cuenta sus respaldos, sus multipoderosos cómplices protectores y sus profundos cimientos de corrupción y delito cuyos tentáculos provienen de donde menos lo imaginamos y no precisamente por sernos la imaginación escasa?. Cualquier otro país con el nivel de crisis al que ha llegado Venezuela ya hace rato habría explotado socialmente con la contundencia suficiente como para derrocar la dictadura que la oprime pero, ha sido imposible que hasta ahora ocurra, ¿por qué?, ¿por qué ha resultado tan difícil obtener en contra de la dictadura venezolana un acuerdo unívoco pleno y contundente de organismos como la OEA, la ONU misma y el Parlamento Europeo, si se supone que su compromiso esencial es con los valores fundamentales de Occidente sobre liberalismo y democracia, cuando las evidencias sobre el perverso y tiránico accionar de Maduro y sus adláteres contra los venezolanos claman al cielo?. No podemos olvidarnos, desde luego, de la Corte Penal Internacional, que hace pocos días, para mas inri sobre lo que acá expongo, recibió con todos sus protocolos de honor al redomado criminal de abultado prontuario y varias veces sancionado presidente del TSJ ilegítimo de la dictadura venezolana, quien fue a suscribir en nombre de Venezuela una vez mas, con la mayor desvergüenza y descaro, la convención de Palermo sobre la Delincuencia y el Crimen Organizado Transnacional. Naturalmente paisanos que esto resulta muy desalentador pero ¿saben qué?, pasa que cuando uno se acostumbra a que el transcurrir del tiempo sobre nuestras vidas no sea en vano en sus enseñanzas, uno se vuelve, digamos, prudentemente desconfiado, aceptando por supuesto el riesgo de la carga paranoide que esta actitud comporta, pero pues.. es su sana y natural consecuencia de la que no debemos avergonzarnos sino al contrario: enorgullecernos. Después de todo, no es posible la trascendencia en el tiempo sino con la sabiduría y astucia que la experiencia enseña, y si no, que nos lo diga la "santa madre iglesia" y no Bergoglio por supuesto!
A Balza.